Él se decía natural de la Peña de Martos (Jaén), aunque no había nacido allí sino en Córdoba o en algún lugar de su diócesis. En el Mamotreto XLVII de La Lozana andaluza escribe:
LOZANA.- Señor Silvano,¿qué quiere decir que el autor de mi retrato no se llama cordobés, pues su padre lo fue y él nació en la diócesis?
SILVANO.- Porque su castísima madre y su cuna fue en Martos; como dizen, “no donde naces, sino con quien paces”.
De vida libre y agitada. Tuvo por maestro a Lebrija, al que llama preceptor. En el Mamotreto LIII lo cita: “Esso lo que está escrito non creo que lo leyese ningún pueta sino vos, que sabéis lo que está en las honduras, y Lebrija, lo que está en las alturas”.
Por sus conocimientos sobre las costumbres de los judíos conversos, es posible que él también lo fuera. Recibió órdenes sagradas y fue vicario del valle de Cabezuela. En los últimos años del siglo XV marchó a Italia. Residió en Venecia, Roma y otras ciudades. Parece ser que su primera obra fue el pequeño tratado De consolatione infirmorum. Es autor del Retrato de la Lozana andaluza (Venecia 1528). En 1525 publica un opúsculo sobre el palo guayaco, en agradecimiento por haberse curado del mal francés, El modo de adoperare el legno de India occidentale: Salutifero remedio a ogni piaga et mal incurabile. Francisco Delicado composuit in Alma Urbe anno 1525. Publicó magníficas ediciones del Amadís de Gaula (1533), La Celestina, la Cárcel de amor y el Primaleón. En su retiro en Venecia escribió en italiano un opúsculo en el que, entre otras cosas, se refiere al saqueo de Roma por las tropas de Carlos V. Su muerte debió ocurrir poco después de 1534 porque a partir de esa fecha no se vuelve a tener noticias de él.